Reflexiones sobre la escuela española
Poder elegir de emigrar a otro país como adulto, no por guerra o miseria, sino simplemente porque quieras, es una experiencia fantástica y emocionante. No es sólo un lenguaje nuevo que hay que aprender, sino que también hay que aprender a entender y adaptarse a una nueva cultura, con nuevos hábitos y formas de pensar. Si, como nosotros, te mueves con niños, también es un mundo completamente nuevo que se abre cuando tienes que aprender a entender cómo funciona la escuela española…
Felicia Sánchez Hermansson está casada con un hombre español y tienen dos hijos adolescentes. Nació y creció en Suecia pero ha vivido en España durante varios períodos y años, más recientemente aquí en Almuñécar. Felicia trabaja como profesora y enseña i.a. Español.
Aquí Felicia comparte sus pensamientos sobre la escuela española.
Sobre esto hay mil cosas que comentar, es un debate eterno, pero reproduciré nuestra experiencia personal en el colegio/instituto de Almuñécar. Como madre, pero también como maestra, puede que tenga más con qué comparar, pero eso no significa que mis pensamientos estén en línea con los de los demás. Este es un texto basado en hechos reales.
Antecedentes
Mis hijos fueron a la escuela independiente sueca hasta el semestre de primavera en cuarto y sexto, respectivamente. El mayor consiguió sus primeras notas justo antes de que nos mudáramos a España. El sistema de cómo entrar en Andalucía se ve diferente al de Suecia porque no haces cola. Haces la matrícula y dependiendo de cuantos puntos tengas (hermanos, domicilio, etc.), entras en una escuela u otra, con lo cual los nuestros entraron donde había sitio. Para el hermano pequeño, el primer semestre fue bien, para el hermano mayor fue bastante difícil.
Coste
La escuela municipal española es “gratuita”. El primer día obtuvimos un folio con una lista de lo que se necesitaba y fuimos a comprar de todo, desde colores, tijeras, diccionarios, papel y libretas. Un coste de unos 100 € por curso académico. Además de este costo, se agregan muchas otras cosas como ropa especial (obligatoria) en graduaciones escolares, carnavales, Halloween y más. Las excursiones se realizan varias veces por año académico y cada vez llega a casa una pequeña nota para su firma y pago.
Hermanito
Después de un mes tuvimos una reunión con el tutor del hermano pequeño quien cuestionó que habíamos dicho que era un buen estudiante porque escribía muy poco por página y no tenía estructura en sus libretas. Sabía todo, pero no sabía cómo tomar notas ni estructurar sus tareas a la manera española. Le explicamos cómo funciona en Suecia, que no es un requisito de conocimientos y que cada alumno toma notas según su necesidad y gusto. Este no es el caso en España, por lo que el hermano pequeño tuvo que aprender a tomar notas, dictar, escribir en orden, etc.
Hermano mayor
Tuvimos una reunión con la escuela del hermano mayor donde entregamos una investigación sobre su dislexia y preguntaron “¿Qué queréis que hagamos al respecto?” Nos preguntamos si tenían un servicio de lectura o algo así, pero no había ninguno y si queríamos ayuda, podíamos acudir a un logopeda por privado o apuntarlo a una academia. No tienen adaptaciones curriculares. A menudo amenazan a los niños con varios castigos y el hermano mayor se lo tomó muy mal, siempre ha sido tan correcto ahora tenía más ansiedad que nunca. Llegó llorando a casa varias veces ese semestre, por ejemplo, cuando la maestra usó refranes que él tomó literalmente, por ejemplo, “Te arranco la cabeza”.
Diferencias, en forma de puntos
Con el tiempo, te adaptas al hecho de que la escuela española es diferente, comparado con la escuela sueca, no siempre tienes que entender o estar de acuerdo, pero es diferente. A continuación presento en forma puntual algunas de las cosas que considero diferentes que en Suecia y francamente incomprensibles para un sueco:
- SI participas en un espectáculo de bailar, obtienes puntos extras en lengua.
- SI no haces las tareas dos veces, te hacen escribir “Siempre tengo que hacer mis deberes” 50 veces.
- Los niños hacen cosas feas, las madres las hacen mejor.
- En el fiesta fin de curso, el la escuela, se venden refrescos y cerveza por 1,50 € y copas o mojitos por 5 €.
- Las notas de inglés se basan en un 60% de pruebas, un 30% de “buen aspecto del trabajo” y un 10% de comportamiento. Por buen aspecto se refiere a que se vea bonito en la libreta con el color correcto. Por lo cuál buena nota en inglés no se basa solo en los conocimientos de inglés si no de su ortografía y personalidad.
- No se resume textos sino se copian, palabra por palabra, por que muchos no saben resumir.
- Si escribes algo incorrecto, el profesor puede arrancar el papel de la libreta y el alumno tiene que rehacerlo.
- Si llueve no hay recreo porque te puedes mojar.
- Los estudiantes están atrapados detrás de vallas altas, o los demás están excluidos de entrar – todavía me pregunto cuál es la razón.
- A los estudiantes se les amenaza con “Más adelante en los estudios no debes preguntar tanto así que empezamos a practicarlo ahora”.
- Si hablan durante un examen el profesor puede romper el examen en dos.
- Un día hacía tanto frío que se canceló la educación física, no se podía jugar al baloncesto. Probablemente hacían 8 grados…
Este texto está escrito para señalar diferencias a un público sueco por lo cual muchos detalles y el sarcasmo pueden que no tengan sentido para un español.
El texto anterior en suéco: Tankar om den spanska skolan
El texto anterior en inglés: Thoughts on the Spanish school