Almuñécar, pueblo multinacional
El hecho de que Almuñécar todavía se perciba como una ciudad genuinamente española es apreciado por muchos extranjeros que eligen venirse aquí. Pero, ¿sabías que en Almuñécar – La Herradura vive gente de más de 90 países diferentes? Del total de 26.514 personas registradas aquí en 2019, éramos 4729 (17,8%) procedentes de otro país. La mayor proporción de inmigrantes de Almuñécar proviene de otro país de la UE y el más del Reino Unido (1022), seguido por Bélgica (388) y Alemania (385). De los países nórdicos son más los daneses (252), suecos (171), finlandeses (33) y noruegos (27). Fuente: Junta de Andalucía
Al margen de todos nosotros, extranjeros residentes en Almuñécar – La Herradura, no incluidos en las estadísticas oficiales hay muchos más que regularmente se alojan aquí y disfrutan del paraíso por un tiempo corto o más largo.
¿Qué hay de nosotros, los extranjeros en Almuñécar – La Herradura, nos hemos adaptado a la sociedad española o ¿seguimos comportándonos, hablando y pensando exactamente de la misma manera como lo hicimos en nuestros países de origen? ¿Es la integración tan importante para nosotros, los inmigrantes aquí en España como para cualquiera que emigre a por ejemplo Suecia?
“La integración se trata de sentir un sentido de pertenencia a la sociedad. Esto significa que todos deben sentirse parte de la sociedad. La integración consiste en que los diferentes grupos de la sociedad se reúnan e intercambien entre sí”.
Fuente: informationsverige.se
Felicia Sánchez Hermansson está casada con un hombre español y tienen dos hijos adolescentes. Nació y creció en Suecia pero ha vivido en España durante varios períodos y años, más recientemente aquí en Almuñécar.
Aquí Felicia comparte sus pensamientos sobre la integración.
Para nuestra familia, no importa dónde vivamos, algunos de nosotros siempre seremos inmigrantes. Como inmigrante, una vez tuve una conversación interesante con otro sueco cuando le dije que éramos inmigrantes, a lo cual me respondió: “Pero yo pago impuestos”. Todos somos personas con derecho a ver e interpretar las cosas de manera diferente, pero una cosa queda clara, si vives en un país extranjero eres inmigrante, indiferente si pagas impuestos o no. Ser inmigrantes tiene un tono negativo, lo cual me parece triste, hay inmigrantes de todo tipo, con comportamientos y actitudes deseables y lo contrario.
Cuando me mudé a España en 2002 con un mínimo de español en mi vocabulario, no tenía ni idea de cómo se veía o hablaba un marroquí, ni sabía que un sudamericano era un poco “menos digno” a los ojos de los españoles. Conseguí un grupo de amigos de todo el mundo, pero cuantos más españoles conocía, más me daba cuenta de las diferentes clases a las que se adscriben a los inmigrantes: yo pertenecía a la “élite” y me aceptaron de una manera diferente a la que le ocurría a mis amigos, pero seguía siendo una inmigrante.
Cuando Alberto se mudó a Suecia, pasó un poco lo mismo, todos sabían decir “una cerveza por favor” y pensaron que era un “buen” inmigrante una vez que supieron de dónde venía. En algunas situaciones se le trataba de manera diferente dependiendo de si se conocía o no su procedencia. Pertenece a la “élite” de inmigrantes en Suecia, aquellos que no han inmigrado por necesidad, o por otra causa de parecido estilo, como cuando yo emigré a España por motivos de estudio.
Los problemas con y detrás de la inmigración se pueden resumir con el término integración. En los años 90, el programa de televisión sueco “Kalla Fakta” hizo un documental sobre inmigrantes suecos en la costa del sol y fue interesante la cantidad de personas que ni siquiera intentaron integrarse en su nuevo país. El director de la escuela sueca de entonces exigió al jefe de policía de Fuengirola de tener policías de habla inglesa que atendieran el teléfono porque sus alumnos no sabían hablar español. Como había muchas personas que solo interaccionaban en círculos con otros suecos, se creó una pequeña comunidad dentro de la comunidad. El documental radiofónico Fucking Suecos también señaló los problemas de la integración de los suecos en España. Los españoles vieron la sociedad sueca como algo negativo. Puede que no se percibe como un problema cuando se encuentra uno dentro de esa situación, pero desde el exterior se interpreta como una situación problemática por varios motivos.
Cuando varias personas se reúnen en un lugar con la misma cultura, tradiciones, idioma y enfoque, es difícil integrarse, es cómodo y uno se siente como “en casa”. Por ejemplo, nos gusta cenar a las 6 y no a las 9. El hecho de que una cocina tradicional española no abra hasta las 8 no es un problema porque pueden adaptarse a nosotros, nosotros pagamos. Muchos de estos pequeños cambios son habituales en los destinos turísticos, pero con cada adaptación se pierde un poco de lo genuino de cada lugar… Un detalle que mucha gente realmente aprecia y quiere conservar. ¿Cuál es la situación de la integración en Almuñécar – La Herradura? ¿Quién se adapta a quién? ¿Te sientes integrado o se ha creado una sociedad dentro de la sociedad? ¿Estamos intentando integrarnos o creemos que es suficiente con gastar dinero? Como mencioné antes, pertenecemos a la “élite” de inmigrantes, ¿eso significa que no tenemos que ni intentarlo? ¿O elegimos en qué áreas queremos integrarnos como pagar en efectivo para evitar pagar el IVA?
¡Para la integración, el idioma es lo más importante! Pero no es del todo fácil a pesar de saber hablar el idioma. Mis antiguos jefes me decían a menudo que “eres española vestida de sueca”. Basado en ese comentario uno puede llegar a pensar que he logrado integrarme, pero a menudo me veo en situaciones en las que me hablan en inglés, me juzgan por mi apariencia y mis habilidades lingüísticas no importan. Nuestros hijos tienen doble nacionalidad y son bilingües pero no encajan del todo en ningún sitio, tienen que convivir con apodos como el español o el sueco. Se sienten más suecos que españoles, pero físicamente se ven más españoles, lo que resultó en que nuestro hijo mayor, a una edad muy joven, quisiera cambiar de ojos.
¿Alguna vez terminarás de integrarte? Con el tiempo te vas acostumbrando poco a poco y, al final, algo que antes te parecía un poco raro se convierte en algo muy normal. Hay muchas cosas que son diferentes y a veces chocantes pero cuanto más ves y experimentas estas cosas menos sobresaltan. Por ejemplo los niños que se ven despiertos hasta la medianoche entre semana o que pidas un plato vegetariano y te lo sirvan con atún. Quizás estemos integrados, quizás nunca lo estarémos…